Nuestro escudo
Escudo de la Falla Carrera San Luis – Dr Waksman
Todas las fallas de Valencia tienen su propio escudo, símbolo y emblema de la comisión. En todas aquellas actividades en las que intervenimos, participa de una u otra manera. Tenemos un gran escudo colgado en la pared presidiendo nuestro casal, un estandarte que nos representa en todos los actos a los que acudimos y, cómo no, todos los falleros llevamos nuestro propio escudo en la solapa.
En muchas ocasiones nos colocamos el blusón o el traje de saragüell y automáticamente, casi sin darnos cuenta, nos ponemos la insignia en el pecho o en la manta morellana. Es un gesto sin aparente trascendencia y al que estamos acostumbrados. Lucimos nuestro escudo sin concederle la menor importancia. Un gesto habitual que significa más de lo que podamos creer.
Aunque de pequeño tamaño y casi insignificante, nuestra insignia tiene su propia historia. No siempre ha sido de la misma forma ni con los mismos colores, sino que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. A veces con motivo y a veces sin motivo aparente, cada cierto tiempo nuestra insignia ha sufrido una pequeña (o gran) modificación. He aquí una pequeña muestra de ello.
La evolución de nuestras insignias
Insignias especiales
La insignia de plata de la falla se le entrega a aquella persona que cumpla 10 años en la comisión o que entre por primera vez en una junta directiva.
La de oro se impone a l@s faller@s con 25 años de antigüedad. El presidente, a título personal, puede imponer la insignia de oro por méritos.
La insignia en fulles de llorer se entrega a los falleros con 50 años como miembros de la falla. Igualmente, una comisión de falleros poseedores del galardón, se reúnen y proponen a aquellas personas que, por su dedicación y trabajo a lo largo de los años, son consideradas merecedoras de recibir la más elevada distinción de la falla.
De la misma manera se entrega a título póstumo la primera insignia que no posea el faller@ fallecido.